JUEGO
DE EXPRESIONES HEIDI
#254500

La prueba de expresiones Heidi (#254500) ha sido desarrollada para mejorar la evaluación temprana de la visión para la comunicación. Entre los niños con discapacidad visual, hay algunos que no pueden ver las expresiones y/o reconocer a las personas por sus rostros. Estos niños pueden tener resultados casi normales en las pruebas de vision rutinarias (campo visual grande y agudeza visual normal o casi normal). Otros niños con impedimentos visuales pueden tener este déficit en el reconocimiento visual como parte de una pérdida más amplia de las funciones visuales.
Muchos niños tienen parálisis cerebral, que sin embargo, puede ser tan leve que no requiere tratamiento especial.
Si las dificultades del niño no son conocidas y comprendidas, su comportamiento puede causar malentendidos innecesarios y experiencias negativas innecesarias en las interacciones sociales. Por lo tanto, las pruebas para evaluar la habilidad de un niño para observar diferencias entre diferentes expresiones faciales es una parte importante de la valoración de la visión funcional.
Los niños con impedimentos visuales tienen dos tipos diferentes de problemas para aprender a reconocer caras e interpretar las expresiones faciales:
-
Ellos no pueden ver las expresiones lo suficientemente bien como para interpretarlas (problemas de las vías).
- Ellos tienen daño cerebral en el área de reconocimiento de caras y por lo tanto no reconocen las diferencias en los rostros de las personas y pueden tener también dificultades en la interpretación de expresiones (problema visual cognitivo.
Es posible observar que tipo de problema tiene el niño tiene durante la prueba de juego de Expresiones Heidi. En algunos casos el niño puede tener una calidad de imagen pobre y un reconocimiento facial pobre.
La prueba de juego de Expresiones Heidi contiene 6 expresiones básicas diferentes (vea debajo del encabezado). Cada expression esta ubicada en dos tarjetas idénticas y una tercera tarjeta que contiene una característica adicional, un lazo en el cabello de Heidi. En esta imagen están los tres grupos de tarjetas que representan a Heidi sonriendo y a Heidi triste.
Situación de juego:
El juego de Expresiones Heidi puede ser utilizado desde la edad de 30-36 meses, cuando se le enseña al niño cómo se ven las personas cuando tienen las seis expresiones básicas representadas en las tarjetas. Emparejar las tarjetas provee una situación natural para discutir las diferentes expresiones.
Dependiendo de la edad del niño y el nivel de comunicación, la prueba se puede variar. En primer lugar, las tarjetas pueden ser vistas y las expresiones discutidas. El evaluador y el niño pueden hacer las expresiones ellos mismos. Con un niño mayor, es posible reflexionar sobre las causas por qué Heidi puede estar alegre, triste, grave o llorando.
Durante esta discusión, es posible observar si el niño tiene que mirar muy cerca las tarjetas y la cara del evaluador para ver las expresiones o si el niño parece tener dificultades para comprender el concepto de expresiones faciales. En este último caso la información táctil es usada como información adicional. Puede ser posible que el niño necesite sentir los rasgos faciales para percibir la expresión y reconocerla.
Hacer dibujos de las caras es una actividad que se puede combinar a la prueba de Expresiones Heidi. Dibuje el círculo y los ojos y pregúntele al niño “¿Qué expresión tiene Heidi en este momento?”. El niño puede dibujar la boca o las lágrimas, con la ayuda del evaluador cuando sea necesario. Esta es otra manera efectiva de hacer al niño consciente de la estructura de las expresiones. Al mismo tiempo pude ser utilizado para crear la percepción de la imagen como tal, para enseñarle al niño a comprender cómo una imagen representa un objeto. Las expresiones también pueden ser creadas mediante el uso de plastilina para la boca y botones pegados para los ojos en un plato de papel pequeño, como una actividad en la guardería o jardín infantiles. Las creaciones del niños puede ser utilizadas para observar cuales características el niño usa para reconocer la imagen.
Cuando el niño parece entender las seis expresiones básicas, las tarjetas pueden ser emparejadas. En primer lugar sólo seis cartas son elegidas, por ejemplo, a Heidi llorando y riendo. Si el niño no tiene las funciones cognitivas visuales para el reconocimiento facial, él / ella puede emparejar las caras con el lazo como iguales. Esto necesita ser discutido con el niño mostrándole nuevamente en el rostro del evaluador como las diferentes expresiones se ven. El niño puede tener la capacidad de ver las expression en una situación de la vida real aunque sean difíciles de reconocer en las imágenes.
Al combinar la información obtenida en las situaciones de juego distintas, aprendemos mucho de la habilidad del niño para ver e interpretar las características faciales y las expresiones. Luego, podemos apoyar su aprendizaje en esta area, la cual es central en las interacciones sociales del día a día.
Si un niño no reconoce las caras y/o expresiones faciales en estas tarjetas en blanco y negro, la evaluación se continúa usando fotografías a color y con situaciones reales. Cada niño que no tiene un comportamiento normal en las interacciones con los compañeros y los miembros de su familia, necesita una evaluación completa de la visión para la comunicación. En un grupo de niños, el niño puede necesitar un intérprete, porque en esta situación puede ser funcionalmente ciego incluso si funciona normalmente en otras tareas visuales. Sin ayuda la situación de juego en un grupo de niños puede ser tan estresante y confusa que el niño prefiere retirarse y puede ser diagnosticado con comportamiento autista.
Este documento fue modificada por última vez el
.
|